Carlos Said, Nacional, El Mercurio.
Planteles construyen presupuestos más “conservadores” para 2016, con el fin de cuidar la investigación y la docencia.
La desaceleración económica no solo afecta al mundo empresarial. El menor crecimiento perjudica también al sector educacional, el que muchas veces recurre a préstamos de la banca para concretar proyectos que requieren una gran cantidad de recursos, como nuevas infraestructuras.
Así lo afirma Jaime Vatter, rector de la U. Santo Tomás y presidente de la Corporación de Universidades Privadas (CUP), quien asegura que “las inversiones mayores están bastante detenidas, por el tema económico y la incertidumbre política”. Por ello, están “a la espera de que se resuelvan las incertidumbres” antes de plantear nuevos proyectos.
Lo mismo dice José Antonio Guzmán, rector de la U. de los Andes, quien añade que la incertidumbre por la reforma a la educación superior ha empeorado la situación universitaria. “Sin duda, la pista se ha vuelto más pesada. Si a esto le sumamos la incertidumbre que implica la reforma, el panorama no es de los mejores”, afirma.
Guzmán adelanta que van a ajustar su presupuesto del próximo año para cuidar “los recursos para las becas propias que entregamos y la investigación y la docencia. Eso nos ha llevado a recortar en las áreas administrativas, donde habrá una disminución de gastos”.
Créditos esquivos
Concuerda en este análisis el rector de la U. Los Leones, Fernando Vicencio, quien agrega que los cambios en la política de gratuidad para 2016 “han producido que la banca les quite el financiamiento a las instituciones de educación superior, porque ven un grado alto de incertidumbre sobre lo que pueda pasar”.
También en la U. Católica diseñan un presupuesto 2016 más “apretado”. El rector Ignacio Sánchez detalla que “hay que ser conservador y responsable en la generación de inversiones y proyectos para la inversión”.
Esto, tomando en cuenta que el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, les explicó en la sesión pasada del Consejo de Rectores que “no solo este año se veía una restricción, sino que esta se iba a prolongar por los próximos dos o tres años”.
Pero no solo la inversión se ha frenado. Algunos planteles también han constatado bajas en las donaciones. En la U. Alberto Hurtado, el rector Fernando Montes afirma que “este año hemos recibido poquísimas donaciones, por la situación general del país. Esto es muy complicado para nosotros, porque no tenemos aportes directos”.
En la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras explican que efectivamente la situación económica ha generado mayores restricciones en los préstamos. A esto, argumentan, se suma la mayor regulación que está implementando la Superintendencia de Valores y Seguros, que pide que mientras más riesgoso sea el préstamo, más dinero guarde la banca ante una eventual morosidad.
Añaden que esa medida es exigida para créditos hipotecarios, pero que los bancos la aplican igualmente para préstamos comerciales y de consumo. “En términos de crédito por actividad económica, se observa un bajo dinamismo en la mayoría de los sectores”, explica la ABIF en un informe de septiembre.
Fuente: EyN