En una Carta al Director del diario El Mercurio, Cristian Nazer, Rector de la Universidad Finis Terrae y Presidente de la Corporación de Universidades Privadas, analiza la propuesta presentada por la Convención Constituyente de una nueva Carta Magna y sus efectos en la educación.
Señor Director:
¿Qué esperamos de una Constitución? Que al menos sea un buen acuerdo político, social y cultural para construir un mejor futuro para el país. Es bueno recordar esto para que el diálogo y análisis del borrador propuesto por la Convención Constituyente no pierda perspectiva, sobre todo cuando se ha optado por un documento lato, con detalles que incluso exceden lo aconsejable.
En materia de educación, la propuesta invisibiliza el impacto que ha tenido para el país el contar con un sistema de educación público-privado que ha permitido ampliar coberturas y ganar en calidad. La nueva visión sobre educación se basa en promover exclusivamente una estructura pública que hoy, al menos a nivel escolar, ha mostrado incluso signos de crisis.
El sistema actual es perfectible, sin duda, pero a mi juicio es un error desconocer y limitar el aporte que los privados puedan hacer para el desarrollo del país. Darle total hegemonía al Estado, en esta y en todas las materias que aborda la propuesta constitucional, implica pensar el futuro en base a un sesgo ideológico particular, que no tiene que ver, necesariamente, con las opciones políticas que ha manifestado la ciudadanía y tampoco con las decisiones que adopta de manera cotidiana, y que se reflejan —por ejemplo— en la elección de los colegios y universidades en que hoy estudian nuestros niños y jóvenes.
Si bien el texto dice garantizar la libertad de enseñanza, incluyendo que los padres puedan escoger aquella que prefieren para sus hijos, esta posibilidad de elección podría quedar solo en una buena intención si no se da soporte real a diversos proyectos educativos que demuestren calidad y un aporte social concreto. La ciudadanía tiene el derecho a votar informada y esto incluye conocer con claridad la visión real de país que hay detrás de la propuesta y el impacto concreto que su aplicación tendrá en sus vidas cotidianas.