En entrevista con diario El Mercurio, el rector de la Universidad Central de Chile, Santiago González Larraín, abordó algunos de los principales temas de la contingencia relativos al sistema terciario de educación desde su nueva posición como presidente de la Corporación de Universidades Privadas (CUP).
¿Qué prioridades tiene la agrupación de universidades que preside?
“Asumo un gran desafío, que es poder conducir desde la presidencia a la CUP y poder generar una agenda colaborativa. Con esto buscaremos posicionar el rol de las universidades no estatales, como las nuestras, que generan bienes públicos también y que requieren mantener una presencia significativa y permanente en el sistema. Somos un grupo de 16 universidades que sustentamos más o menos un tercio de la educación superior en el país, y tenemos una característica bien especial: somos las que generan la movilidad social, por lo que es una tremenda oportunidad para colaborar con todas nuestras universidades”.
¿Cuáles son hoy las urgencias para el sistema de educación superior?
“Estamos con un sistema de educación superior muy desafiante. Creo que en los próximos dos años van a ocurrir cosas muy importantes, y desde las universidades privadas tenemos una gran responsabilidad, de colaborar, participar y aportar con la impronta de nuestros modelos educativos, y de esa forma contribuir a que la educación crezca, se desarrolle y sea lo que necesita el país. Hay muchos desafíos en carpeta, pero creo que los principales están en el ámbito académico, en gestión y, por supuesto, en el financiamiento, que son temas que se deben abordar en los próximos años”.
¿Cómo observa el futuro de la política de gratuidad?
“Ese es un tema que nos preocupa bastante, por la definición de los aranceles regulados, que ya están entrando en vigencia, y de forma muy importante el próximo año. Creemos que el proceso que se ha llevado adelante para su definición debiera profundizarse y tomar en cuenta de mejor manera los costos reales que tienen las universidades. Los aranceles regulados que se propusieron carecieron de un proceso con la debida profundidad, y eso se debe revisar. Si no, va a generar problemas graves. El financiamiento tiene que ser sustentable en el tiempo, y vemos que con los aranceles regulados eso podría estar en peligro”.
¿Qué espera de la propuesta sobre el CAE del Gobierno?
“La discusión pública se anticipó mucho al proyecto que va a proponer el Gobierno, y eso no le ha hecho bien al sistema, porque generó expectativas en los estudiantes y algunos dejaron de pagar. Generó un aumento de la morosidad, que ya alcanza el 60%. Para las universidades tiene un impacto importante, porque tienen que hacerse cargo de pagar los créditos de quienes desertaron con CAE. Lo más importante es que el Gobierno presente rápidamente su propuesta, que pensamos que va a incorporar todos los aspectos del financiamiento de la educación superior, para poder bajar las expectativas y que las personas sepan a qué atenerse”.
¿Cómo evalúa la “agenda de modernización” de la subsecretaría?
“Hemos estado trabajando en este tema y coincidimos con la subsecretaría en que es muy importante avanzar, porque el sistema de educación superior en Chile está quedando muy atrasado. Tenemos que desarrollarnos con más rapidez que en los últimos años. Por ejemplo, hay que desarrollar trayectorias educativas que sean mucho más flexibles para los estudiantes, porque tenemos un sistema extremadamente rígido y debemos facilitar la articulación entre el pre y posgrado, así como entre carreras técnicas y el pregrado. También hay que hacer un análisis de los títulos y grados, ya que hay que tratar de acortar las carreras”.